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Principios de la visión (página 2)




Enviado por joel ching meletz



Partes: 1, 2

La Palabra del Señor dice en Lucas 5:3-11: "Y
entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón,
le rogó que la apartase de tierra un poco; y
sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar
adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo
Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado
trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré
la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de
peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas
a los compañeros que estaban en la otra barca, para que
viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal
manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro,
cayó de rodillas ante Jesús, diciendo:
Apártate de mí, Señor, ''porque soy hombre
pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se
había apoderado de él, y de todos los que estaban
con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que
eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a
Simón: No temas; desde ahora serás pescador de
hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo
todo, le siguieron."

Pedro, en esos momentos, era un hombre cansado,
desvelado y frustrado. Sacó a luz toda la
frustración que tenía, pero de todos modos
obedeció.

Jesús puso un reto a ese hombre. Quería
darle una ilustración de lo que Jesús quería
darle a él. Después de haber visto esto, a Pedro
sólo le quedaban dos caminos: Aceptarlo o darle la
espalda.

Dios pone retos delante de las personas porque a
Él le gusta que le crean. De la misma forma funcionan las
redes y los grupos: retos que le creemos y aceptamos a
Dios.

El deseo de Dios es multiplicarte

  • Hebreos 6: 13-19 "Porque cuando Dios hizo la promesa
    a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por
    sí mismo, diciendo: De cierto te bendeciré con
    abundancia y te multiplicaré grandemente. Y habiendo
    esperado con paciencia, alcanzó la promesa. Porque los
    hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para
    ellos el fin de toda controversia es el juramento para
    confirmación. Por lo cual, queriendo Dios mostrar
    más abundantemente a los herederos de la promesa la
    inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; para que
    por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios
    mienta, tengamos un fuerte consuelo los que hemos acudido
    para aferrarnos de la esperanza puesta delante de nosotros.
    La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que
    penetra hasta dentro del velo."

  • Dios quería darle una promesa a Abraham y
    refleja lo importante que Abraham era para Dios.
    Quería multiplicarlo con abundancia, y se lo
    demostró jurando por sí mismo. Esa esperanza es
    para que no vayamos de un lado a otro, sino que funcione como
    un ancla para el alma.

  • Mientras más intenso es el deseo de tu
    corazón por algo, más dispuesto estás de
    darlo todo por ello. El deseo de tu corazón se
    manifiesta en el precio que pagas por algo.

  • Debes renunciar a ser pequeño, mediocre y a
    tener poca gente, pues esto no es lo que Dios quiere para tu
    vida. El tener cosas pequeñas nunca ha sido el deseo
    de Dios en cuanto a gente se trata.

  • Las escrituras nos exhortan a ser de un mismo
    ánimo con Jesús, y Jesús quería
    que todos fueran salvos.

  • Dios está dispuesto a darles multitudes a
    aquellos que dejen a un lado la pereza y el miedo, y que
    entreguen su vida por amor a esas almas.

  • Uno alcanza aquello para lo que se prepara. Si te
    preparas para cosas grandes, las vas a alcanzar. Si tú
    descuidas esto, descuidas lo que Dios te quiere
    dar.

  • Cuando un atleta compite, compite para ganar; si
    tú vas a predicar, predica para que todos se
    conviertan.

  • En 2 Pedro 3:8-10 dice: "Mas, oh amados, no
    ignoréis esto: que para con el Señor un
    día es como mil años, y mil años como un
    día. El Señor no retarda su promesa,
    según algunos la tienen por tardanza, sino que es
    paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca,
    sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el
    día del Señor vendrá como ladrón
    en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande
    estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y
    la tierra y las obras que en ella hay serán
    quemadas".

  • Dios está esperando que nosotros prediquemos.
    Si no lo hacemos, las piedras lo harán, pero Dios
    cumplirá lo que prometió. Nosotros somos
    responsables que nuestra aldea sea para
    Jesucristo.

  • 2 Pedro 3:11-16 dice: "Puesto que todas estas cosas
    han de ser deshechas, ¡cómo no debéis
    vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando
    y apresurándoos para la venida del día de Dios,
    en el cual los cielos, encendiéndose, serán
    deshechos, y los elementos, siendo quemados, se
    fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus
    promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la
    justicia. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas
    cosas, procurad con diligencia ser hallados por Él sin
    mancha e irreprensibles, en paz. Y tened entendido que la
    paciencia de nuestro Señor es para salvación;
    como también nuestro amado hermano Pablo, según
    la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi
    en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas
    cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de
    entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen,
    como también las otras Escrituras, para su propia
    perdición".

  • Génesis 13:14-17 "Y Jehová dijo a
    Abram, después que Lot se apartó de él:
    Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás
    hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque
    toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu
    descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como
    el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de
    la tierra, también tu descendencia será
    contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de
    ella y a su ancho; porque a ti la daré".

  • Dios le hizo una promesa a Abraham, y
    consistía en que su descendencia sería tan
    grande, que nadie la podría contar, a pesar que
    Abraham era ya un anciano y su esposa era estéril.
    Dios cumplió su promesa, y creó una
    nación que salió de esta pareja.

Conclusión

Dios ha dejado la misma promesa de
multiplicación y prosperidad para ti, si tan solo puedes
creer.

Esforzados y
valientes

Introducción

Dios le mandó a Josué que para conquistar
la tierra prometida y poseerla debía ser esforzado y
valiente. Él le dijo: "Esfuérzate y sé
valiente; porque tú repartirás a este pueblo por
heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la
daría a ellos. Solamente esfuérzate y se muy
valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi
siervo Moisés te mandó; No te apartes de ella ni a
diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las
cosas que emprendas" (Josué 1:6-7).

De igual forma, si queremos ganar Guatemala para Cristo
debemos esforzarnos con valentía en la visión que
Dios nos ha dado. Para que la visión se haga una realidad
y no una ilusión, debemos esforzarnos en
cumplirla.

La visión es para trabajadores

Dios involucra a esforzados en su obra, Él no
llama a vagos. Si tú contrataras a alguien para una obra,
¿a quién escogerías, a un trabajador o a un
perezoso? Muchas veces que el Señor llamó a
alguien, lo encontró trabajando. Veamos algunos
ejemplos:

Elíseo: cuidaba 12 yuntas de bueyes de su
padre.

Moisés: cuidaba el rebaño de su
suegro.

David: cuidaba las ovejas de su padre.

Gedeón: sacudía el trigo en el
lagar.

Pedro: pescaba en su barca toda la noche.

La visión requiere trabajo

Marcos 16:15-18: "Y les dijo: Id por todo d mundo y
predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere
bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado. Y estas señales seguirán a los que
creen: En mi nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les
hará daño; sobre los enfermos pondrán sus
manos, y sanarán". Cada promesa de parte de Dios requiere
una acción de parte nuestra. En estos versos nos promete
que si creemos, las señales nos seguirán. Dios
promete sanidad, pero nosotros debemos orar e imponer manos; Dios
promete libertad, pero nosotros debemos echar fuera los demonios,
etc. Dios promete entregarnos a nuestra nación, pero
requiere que prediquemos.

La unción implica trabajo

Cuando Jesús envió de dos en dos a sus
discípulos y les delegó autoridad, los envió
a trabajar. Cuando dijo que vendría el Espíritu
Santo sobre nosotros y nos daría poder nos dijo que
Íbamos a ser sus testigos. La unción implica
trabajo esforzado. Si queremos ver más milagros y
maravillas debemos trabajar más.

Debemos esforzarnos en la gracia

  • Pablo le dijo a Timoteo: "Tú, pues, hijo
    mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo
    Jesús" (2 Timoteo 2:1). Aunque vivimos en la gracia,
    debemos esforzarnos.

  • Debemos esforzarnos para formar a los hombres y
    mujeres idóneos que comuniquen el mensaje de
    salvación a otros y supervisarlos. Se recibe la
    salvación gratuitamente, pero presentarla a otro
    requiere todo de nuestra parte.

  • Detrás de cada ministerio próspero
    siempre se encuentra un hombre o mujer de Dios que se ha
    esforzado más que otros.

  • El éxito de una persona no radica en sus
    dones o talentos, sino en como trabaje con ellos. El
    éxito no es una casualidad, es una
    conquista.

  • Pablo decía: "Yo planté, Apolos
    regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios". (1
    Corintios 3:6)

Trabajo perseverante

"Así que, hermanos míos amados, estad
firmes y constantes, creciendo en la abra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en
vano."(1 Corintios 15:58)

Sólo prospera aquello en lo que nos esforzamos
continuamente. Si hay inconstancia no nos desarrollaremos en
algo. Recuerda que la recompensa al buen trabajo es más
trabajo, pues quien es fiel en lo poco, es puesto en lo
mucho.

La fuente de nuestras fuerzas

Donde hay trabajo habrá cansancio pues vivimos en
un cuerpo mortal que se desgasta día a día. Pero
Dios nos ha dicho como renovar nuestras fuerzas y poder
continuar: reposar en su presencia.

Isaías 40:28-31 dice: "¿No has sabido, no
has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual
creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se
fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
Él da fuerzas al cansado, y multiplica las fuerzas al que
no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los
jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a
Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán
alas como las águilas; correrán, y no se
cansarán; caminarán, y no se
fatigarán",

Él prometió dar fuerzas al que no
tenía ninguna. El cansancio no debería ser una
excusa para no servir a Dios. Si tú te encuentras cansado
y agotado, Él dejó palabra para ti. "No temas,
porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que
te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te
sustentaré con la diestra de mi justicia" (Isaías
41:10).

Jesús dijo que si estábamos trabajados y
cargados Él nos haría descansar, que
aprendiéramos de Él que era manso y humilde de
corazón y que lleváramos su yugo, que era
fácil y ligero. Algunos dicen que el servicio quema a las
personas pero no es cierto; lo que realmente desgasta es llevar
una vida alejada de la presencia de Dios.

Conclusión

Dios te ha mandado que seas esforzado y valiente para
ganar esta nación para Él. Ha dejado palabras de
aliento para que confíes en Él y trabajes
perseverante en la meta. Si tienes temor o te sientes
débil, toma las promesas que ha dejado para ti, y
esfuérzate en hacer un buen trabajo.

Alguien consumirá tus fuerzas; en alguien o algo
te las gastarás. Puedas pasar tu vida entregando tus
fuerzas a las riquezas, al mundo o tus deseos, ó puedes
darlas al Señor. Aún la pereza consumirá tus
fuerzas. Recuerda que el Señor es digno de recibir toda tu
fortaleza.

Soñar no cuesta nada; realizar
esos sueños demandará tu vida.

El río de
Dios

¿Qué es el Río de
Dios?

Es el proceso en el que pasa el creyente desde que se
convierte hasta que sea un obrero del Señor.

Se le llama "El Río de Dios" porque el creyente
debería fluir Constantemente por éste, siendo cada
etapa como un muelle en ese río por el que crece y madura,
hasta llegar al mar, en donde se convierte en un pescador de
hombres.

El Río de Dios consta de cuatro pasos que
son:

  • 1. Ganar

  • 2. Consolidar

  • 3. Discipular

  • 4. Enviar

  • 1. Ganar

La conversión es el primer paso del Río de
Dios. Todas las actividades y esfuerzos que se hagan deben ir
encaminadas en engrandecer el Reino de Dios a través de
nuevos convertidos. La conversión puede darse de distintas
formas;

Las más comunes son:

  • 1.  Evangelismo personal de cada cristiano
    hacia las personas de su alrededor.

  • 2.  En el templo, en los servicios de la
    Iglesia.

  • 3.  Por las casas en grupos o
    células.

  • 4.  Actividades evangelísticas fuertes
    al aire libre, cenas o convivios.

  • 2. Consolidar

Consolidar es velar por los nuevos convertidos para que
la decisión que han, tomado de seguir a Cristo se afiance
y permanezcan en Él. El propósito de todo,
cuánto se hace en la consolidación es lograr que
los convertidos permanezcan en el Señor y maduren hasta
llegar a ser discípulos.

La consolidación consta de cinco
pasos:

  • 1.  La bienvenida: Es en el momento en que
    alguien recibe a Cristo.

  • 2.  La reunión de consolidación:
    con el equipo de consolidadores, para interceder, supervisar
    y distribuir fichas de consolidación.

  • 3.  La visita: en las que se vela por sus
    necesidades, se le muestra un interés personal, y se
    le enseña el "HOLA".

  • 4.  Asignarle un grupo en casa.

  • 5.  El Encuentro.

5.1 El Encuentro:

Un Encuentro es un retiro espiritual en el que cada
persona experimenta de una forma real y genuina el poder sanador
y liberador del Señor, y así es ministrado en cada
área de su vida. El objetivo del Encuentro es liberar a
aquellos que han estado atados por amarguras, rencores u
opresiones del diablo para que puedan servir de todo
corazón.

En tiempos de Jesús la gente le seguía y
mostraba un anhelo ardiente de servir a Dios, lo que
provenía de un corazón genuino y no de ninguna
presión. Hubo en una ocasión que un Pastor le
preguntó al Señor qué debía hacer
para que las personas le sirvieran a Dios de igual forma, el
Señor le respondió que hiciera lo mismo que hizo
Jesús; que si se les ministraba sanidad y libertad, ellos
serían libres y la consecuencia espontánea
sería un deseo genuino y comprometido por servir.
Así le recordó el ejemplo de la suegra de Pedro,
quien cuando fue sana se levantó y comenzó a
servirles y el endemoniado gadareno, que al ser libre rogó
que dejara seguirlo (Marcos 1:29-31, Marcos 5:1-20). De igual
modo, si las ovejas son liberadas de pecados que los mantienen
atados de la culpa de sus errores y de las heridas provocadas por
otros, éstas, al verse bendecidas por Dios, desean
compartirlo con otros, sirviendo a Dios con compromiso y
pasión.

De allí que el tema principal del Encuentro sea
la libertad y la sanidad, y la consecuencia natural de
éste es que se entreguen a Dios y le sirvan. Esta es la
razón por la cual somos libres.

  • 3. Discipular

Esto se da cuando alguien está listo para ser
formado como discípulo y es el tiempo durante el cual se
prepara para llegar a ser líderes de Cristo. Discipular es
formar a una persona. Cuando nos convertimos al Señor
somos como bebés recién nacidos y debemos crecer en
Él y madurar hasta formar el carácter de Cristo. El
objetivo del discipulado es convertir a una persona de demandante
a ofertante. Esto se hace a través de los grupos de
discipulado y la Academia de Líderes.

La Academia de Líderes:

Es la escuela en donde serán capacitados los
futuros líderes de células, en doctrina y en
principios bíblicos. Consta de cuatro bimestres en los que
se imparten más de setenta horas de capacitación y
entrenamiento, en una clase semanal, con una duración de
una hora y media cada una.

Los temas de los cursos que se imparten en la
Academia de Líderes son los siguientes:

  • 1.  Principios del Creyente

  • 2.  Principios de La
    Visión

  • 3.  Principios de Liderazgo

  • 4.  Principios para el Éxito

  • 4. Enviar

Cuando alguien está listo para ser líder
se le envía con otra persona como pareja a abrir una
célula de evangelismo. Para ello debe asistir a un retiro
de Lanzamiento, en el que se le ministran temas de liderazgo y se
le dan instrucciones específicas de cómo iniciar su
célula. ¡Al llegar a este puerto esa persona
está lista para ser un pescador de hombres!

El Lanzamiento:

El lanzamiento es un retiro llamado "Zarza" que tiene
por objetivo ministrar a aquellos que serán enviados como
líderes de células y delegar en ellos poder y
autoridad para ser testigos de Cristo.

Células nuevas

Una nueva célula se abre cuando dos personas son
enviadas en pareja a evangelizar y discipular. Aquellos que
asistieron al lanzamiento son enviados de dos en dos con
instrucciones precisas de que deben hacer y se les ha delegado
autoridad para que con el poder del Espíritu Santo vayan a
predicar, expulsar fuera demonios y sanar enfermos.

Una vez iniciados los nuevos grupos, éstos
comienzan a ganar nuevas personas para Cristo. El ciclo se inicia
de nuevo aquí, pues éstos nuevos creyentes
comienzan de nuevo en el río de Dios y así
continuamos hasta ganar a nuestra nación y el mundo para
Cristo.

Convicción, Compromiso y
Carácter

La convicción y el compromiso

La convicción que tengamos en algo nos
llevará a comprometernos en eso. Nadie se compromete si
primero no se esta convencido en lo que se hace. Y el compromiso
producirá carácter en nosotros para permanecer y
realizar nuestras convicciones.

El apóstol Pablo habló de la
convicción que tenía cuando dijo: "estando
persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la
buena obra, la perfeccionará hasta el día de
Jesucristo". (Filipenses 1:6)

Si tengo una convicción, tendré un
compromiso. Compromiso es tener una responsabilidad u
obligación. Se conoce de lo que estoy convencido por el
compromiso que adquiero. Por ejemplo, la convicción del
amor a una mujer lleva a un compromiso matrimonial; de igual
forma, la confianza en mi salvación conlleva el compromiso
de vivir como Dios pide. También sucede así con el
servicio a Dios: si estoy convencido de la vocación me
comprometeré a servirlo.

Compromiso es una obligación contraída
voluntariamente. El amor es un compromiso. La vida sin compromiso
no llega a nada. Hay que pasar el invierno para llegar a la
primavera de la vida.

Cuando adquiero un compromiso adquiero constancia en lo
que hago. Tener, mas no es malo. Dios mismo estableció
rutinas como la que hay cada día, cuando sale el sol por
el mismo lugar; nuestro corazón y nuestros pulmones
trabajan con la misma rutina todos los días, y el
día que la rompan sufriremos, gravemente. Igual es en los
grupos. Debemos adquirir obligaciones que nos llevan a ser
constantes y perseverantes en algo, hasta terminar la obra a la
que nos llamó.

La perseverancia y la persistencia son el resultado del
compromiso en algo Filipenses 3:12 dice: "No que lo haya
alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver
si logro asir aquello para lo cual fui también asido por
Cristo Jesús." Pablo no era ya quien debía ser, no
era perfecto, pero seguía adelante. Para crecer hay que
hacer. El premio se encuentra en la meta, al terminar, no en el
inicio. No se llega a la meta sin compromiso.

Tener convicción, compromiso y carácter es
comenzar algo, continuarlo y concluirlo. Uno no puede terminar y
mucho menos continuar si no tenemos clara la meta. No debemos
tenerle miedo a las metas, preocupémonos cuando no las
hallemos. Dios es un Dios de metas. El hecho de no llegar a algo
no quiere decir que no debamos continuar.

El servicio requiere de
carácter

Dios quiere que le sirvamos en medio del trabajo en que
nos ocupamos. Para esto se requiere de carácter. Un
mensaje equivocado es el que dio el faraón a
Moisés: "quieren servir porque están ociosos"; eso
es ofrecerle a Dios nuestro tiempo de ocio, lo que nos
sobra.

El apóstol Pablo exhortó al joven Timoteo
a tener carácter para testificar: "Por tanto, no te
avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de
mí, preso suyo…" (2 Timoteo 1:8-12). Aún cuando
Pablo estaba en la cárcel como si fuera un malhechor, su
discípulo no debía avergonzarse de dar testimonio
de él. De igual forma no debemos avergonzarnos de dar
testimonio de nuestro Señor. Estar seguro en el ministerio
es estar convencido por Dios de permanecer en una iglesia bajo un
pastor hasta el fin.

Pablo sigue diciendo: "Por lo cual así mismo
padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a
quién he creído, y estoy seguro que es poderoso
para guardar mi depósito para aquel día." (2
Timoteo 1:12). Nuestros compromisos están donde
están nuestras convicciones. El apóstol estaba
seguro en los momentos de prueba que vivía, prisión
y la persecución, y esto le daba plena seguridad y
estabilidad en medio de la aflicción.

Pablo estaba tan comprometido en el ministerio que
hablaba del evangelio como propio. Hasta sufría por el. El
formó carácter en medio de las adversidades. Dios
siempre permanece fiel, y tener fidelidad es tener
compromiso.

Dios nos forma el carácter a través del
compromiso de ser constantes en medio de las pruebas y
adversidades. Somos formados cuando llega el momento en que se
prueba nuestra convicción. Pablo soportaba por amor de los
escogidos. El amor se prueba cuando se soporta por otros, no en
medio de los besos o abrazos.

La visión forma carácter. Dios nos forma
en medio del trabajo de grupos al tener compromiso en lo que
hemos creído. Debemos formar carácter:

  • Para amar cuando no fui amado.

  • Para proseguir en medio de tormentas.

  • Para permanecer en una célula a pesar de los
    problemas.

  • Para terminar la universidad que
    inicié.

  • Para vivir feliz en un matrimonio, mientras
    más avanza el tiempo.

  • Para ofrecer y no demandar.

Cristo nos hace libres de complejos, pero no se
compadece de nosotros por ellos. La autocompasión es
muchas veces una excusa para no formar
carácter.

Gálatas 2:20 dice: "Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo
que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el
cual me amó y se entregó a sí mismo por
mí." Cristo nos amó y lo demostró al morir
por nosotros. Su compromiso lo llevó a entregarse hasta la
muerte.

Pablo permaneció en la iglesia a pesar de la
persecución. Las persecuciones llegan solas, no hay que
buscarlas. Hay quienes dejan el compromiso y pierden el
carácter, pues el compromiso produce carácter. Las
adversidades y las pruebas en Pablo formaron carácter en
él. El pudo haber dicho que ya no seguía, pero
continuó alcanzando las metas. En vez de rendirse dijo:
"…he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi
situación. Sé vivir humildemente, y sé tener
abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así
para estar saciado como Para tener hambre, así para tener
abundancia como para padecer necesidad.

Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece." (Filipenses 4:11-13)

A vivir contento en medio de cualquier situación
se aprende. En la escasez y en la abundancia se debe aprender que
se puede ser feliz.

El Señor formó carácter en Pablo,
por eso él pudo decir: "¿Quien nos separará
del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o
persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por
medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de
que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados,
ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá; separar
del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor
nuestro." (Romanos 8:35 y 37-39).

A Pablo nada lo separó del amor de Cristo y lo
pudo decir porque lo había vivido. Ni los peligros de
muerte, ni la persecución, ni el tercer cielo ni nada lo
separaron de ese amor porque estaba comprometido con
Cristo.

Tener dones y talento no debe impedir formar el
carácter ni podemos justificarnos detrás de ellos.
Tener carácter es dar el fruto del Espíritu y
Jesús dijo que no somos conocidos por los dones sino por
los frutos. Los dones son instantáneos, los frutos deben
formarse.

Conclusión

Permanecerás en algo según tu
convicción. Cuando tú estás convencido de
algo, seguramente te comprometes con ello. El mantener un
compromiso crea carácter y saca lo mejor que hay en
ti.

Si crees realmente en el llamado que Dios te ha hecho,
comprométete a cumplirlo. Mientras vas en el camino, Dios
formará en ti el carácter que Él quiere y
tú necesitas.

La estructura de
una célula

Ejemplos de grupos en casa

Una célula de Jesús:

"Pasando Jesús de allí, vio a un hombre
llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos
públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levanto y le
siguió. Y aconteció que estando él sentado a
la mesa en la casa, he aquí que muchos publícanos y
pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la
mesa con Jesús y sus discípulos". (Mateo
9:9-13)

En casa de Mateo, había tres tipos de personas:
Jesús, los discípulos y los pecadores.

Las células de los primeros
discípulos

"Así que, los que recibieron su palabra fueron
bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil
personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles,
en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y
en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas
maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.
Todos los que habían creído estaban juntos, y
tenían en común todas las cosas; y vendían
sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos
según la necesidad de cada uno. Y perseverando
unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan
en las casas, comían juntos con alegría y sencillez
de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el
pueblo. Y el Señor añadía cada día a
la iglesia los que habían de ser salvos". (Hechos 2:
41-47)

Según el verso 42 ellos hacían cuatro
cosas:

  • 1. Perseveraban en la doctrina de los
    apóstoles.

  • 2. comunión unos con otros.

  • 3. En el partimiento del pan.

  • 4. En las oraciones.

Y dice: "el Señor añadía a los que
debían ser salvos"

Instrucciones para una célula

Jesús delegó autoridad y después
les dio instrucciones a sus discípulos. Cuando Él
da poder a una persona le da también las instrucciones de
que debe hacer:

  • 1.  A quienes debían ir (vrs 5-6)
    Jesús les dijo a sus discípulos en ese momento
    que fueran específicamente por las ovejas perdidas de
    Israel; más adelante, les dio la orden de predicarles
    a toda criatura. Jesús les especificó a quienes
    debían ir. De igual forma nosotros debemos saber a
    quienes predicarles, por eso es recomendable que cada uno
    haga un listado de su "Amigos", ore por ellos y los invite al
    grupo. Es también recomendable que cada nuevo
    asistente sea motivado a que invite a sus amigos o familiares
    a que asista al grupo.

  • 2.  Qué debían predicar
    (vrs 7): El mensaje de arrepentimiento y perdón. Todo
    líder debe predicar el bosquejo evangelístico
    que se le entregue. La prédica debe durar unos 20
    minutos y debe concluir en una aplicación y en un
    llamado. Debe tener una breve introducción, utilizar
    unas tres citas bíblicas (no es un estudio
    bíblico) y utilizar ilustraciones.

  • 3.  Qué hacer (vrs. 8):
    Jesús los mandó a bendecir personas, a sanar
    enfermos, liberar endemoniados, etc… El mundo está
    buscando lugares en donde encuentren bendición de
    Dios. Los grupos son para bendecir personas.

  • 4.  Que detalles cuidar (vrs 9-10): En
    los grupos debemos guardar ciertas normas que facilitan el
    desarrollo de éstos y mantienen saludable la
    célula:

  • a) Orden y la limpieza de la casa; guardar
    normas.

  • b) Duración del grupo

  • c) No sea contencioso, ni discuta sobre temas
    doctrinales

  • d) Busque apoyo en sus líderes en cuanto
    a la consejería

  • e) Orden en la Ministración; no
    escándalos

  • f) Ministración: hombres ministren
    hombres y mujeres a mujeres

  • g) Debe existir actividades especiales y
    rotación de casas

  • h) Atención en el conteo y entrega de la
    ofrenda del grupo

  • i) Debe existir noviazgos entre líderes
    y ovejas, no líderes con inconversos.

  • 5.  Escoger un lugar donde hacer el
    grupo
    (vrs 11-13): La ubicación de la casa depende
    de la facilidad de que los nuevos puedan asistir a la
    célula. El dueño de casa debía ser
    "digno", y debían orar siempre por esa casa. Cuidar el
    orden, limpieza y normas del hogar.

  • 6.  Nuestra actitud frente a aquellos que
    dirán que no
    : Jesús dijo: "Y si alguno no
    os recibiere, ni oyere vuestras palabras," Jesús
    advirtió sobre aquellos que no los recibiría,
    los que los entregarían y los que los
    perseguiría. Pero Jesús les indicó que
    se sacudieran el polvo de la frustración por los malos
    resultados y continuaran, porque él nunca nos va a
    abandonar.

  • 7.  Las recompensas para aquellos que si
    recibirán
    : Aquellos que si reciben a los
    discípulos, reciben a Jesús, y aquellos que
    honran a un discípulo de Jesús no
    perderán su recompensa.

La estructura de una célula

  • 1.  Bienvenida: Un ejemplo es la
    bienvenida que Jesús le dio a Simón la primera
    vez que lo vio: lo llamó por su nombre y le dijo que
    sería llamado Pedro, hablando de la
    transformación que tendría junto a Jesús
    (Juan 1:41-42)

  • 2.  Visión: Decirla y explicarla,
    hablando sobre cómo Dios la dio a nuestro pastor y
    como el grupo pertenece a la Iglesia de Dios de la
    Profecía Universal (Habacuc 2:2-3)

  • 3.  Prédica: Debe ser dada por
    los líderes de los grupos (2 Timoteo 2:1-2)

  • 4.  Llamado: Debe ser claro y directo,
    invitando a cada uno con amor a que se convierta al
    Señor. Se debe consolidar. (Romanos
    10:13-15)

  • 5.  Ministración y oración por
    las necesidades:
    (Marcos 16.16-18, Hebreos
    2.4)

  • 6.  Ofrenda: enseñar a que sean
    generosos para Dios (Filipenses 4.10, dar la oportunidad para
    ofrendar)

  • 7.  Refacción: Puede darse por
    turnos entre los del grupo. Algo sencillo, el objetivo es la
    comunión entre los hermanos (Hechos
    2:42-47)

  • Procure dar testimonios en cada grupo

  • Puede haber alabanza

  • Planifique en la célula la próxima
    reunión

Reportes de grupo

Los reportes son una demostración de la confianza
que se nos ha delegado, por lo que debemos entregarlos a tiempo.
(1 Tesalonicenses 3:5-6)

Sabemos que se convirtieron 3,000 en Pentecostés,
el día que 120 estaban orando en el aposento alto y que se
alimentaron 5,000 varones en la multiplicación milagrosa;
estos datos están en la Biblia porque a Dios le interesa
llevar todo en orden y organizado. Para eso es necesario llevar
reportes

Dos son mejor que
uno

De dos en dos

Jesús envió a sus discípulos de dos
en dos en muchas ocasiones:

  • 1. Cuando envió a los 12 a
    predicar

  • 2. Después, cuando envió a los 70
    a predicar

  • 3. En varias oportunidades envió a 2 de
    sus discípulos a ejecutar órdenes, como cuando
    fueron por el burrito y cuando prepararon el aposento alto
    para la última cena

En la iglesia primitiva vemos que los primeros
discípulos también iban de dos en dos:

  • 1. Pedro y Juan, sanando al enfermo en el
    templo y ante el concilio.

  • 2.  Pablo, predicando junto a Bernabé en
    su primer viaje misionero.

  • 3.  Pablo, luego que se separó de
    Bernabé, siempre estuvo acompañado por Silas o
    Timoteo.

Dos son mejor que uno

Dice Eclesiastés 4:9-12 que "dos son mejor que
uno". He aquí por qué:

  • 1. "Porque tienen mejor paga de su trabajo" Dos
    trabajando juntos son más productivos. Por eso existen
    las asociaciones, las sociedades y las fusiones entre
    empresas y bancos.

  • 2. Porque si cayeren, el uno levantará a
    su compañero; pero ¡ay del solo! Que cuando
    cayere, no habrá segundo que lo levante". Se ayudan y
    levantan mutuamente. Un ejemplo es la ayuda que se tiene en
    un equipo deportivo; por muy bueno que un atleta sea, siempre
    necesitará de alguien que lo apoye como
    equipo.

  • 3. También si dos durmieren juntos, se
    calentarán mutuamente; mas ¿cómo se
    calentará uno solo?". El mejor ejemplo de esto es el
    matrimonio: una pareja de esposos viviendo de común
    acuerdo.

  • 4. "Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le
    resistirán; y el cordón de tres dobleces no se
    rompe pronto." Hay mayor fortaleza y determinación
    cuando trabajamos a la par de otro. Aún los
    policías trabajan en parejas.

Dios dijo del hombre que no tenía pareja: "No es
bueno que el hombre esté solo…" (Génesis 2:17).
Aún a él le hizo una ayuda
idónea.

Bendiciones de trabajar en pareja

  • 1. La presencia de Dios habita en la unidad;
    "Porque donde están dos o tres congregados en mi
    nombre, allí estoy yo en medio de ellos." (Mateo
    18:20).

  • 2. Dios responde a las oraciones de dos en
    común acuerdo. "Otra vez os digo, que si dos de
    vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de
    cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi
    Padre que está en los cielos" (Mateo18:19).

  • 3. Victoria sobre el enemigo
    "¿Cómo podría perseguir uno a mil, Y dos
    hacer huir a diez mil, Si su Roca no los hubiese vendido, Y
    Jehová no los hubiera entregado?" (Deuteronomio.
    32:30).

Caminar de común acuerdo

Dice Amos 3:3 "¿Andarán dos juntos, si no
estuvieren de acuerdo?" Un acuerdo es un encuentro o ensamble con
otro; es la unidad de dos personas en una sola voluntad. Si no
hay un acuerdo entre los dos será muy difícil
caminar o si lo hacen, será imposible hacerlo
juntos.

Caminar con otra persona en el servicio al Señor
es cuestión de principios y actitudes correctas. Es el
corazón propio el que determina la unidad y compromiso
hacia la otra persona. La Biblia nos enseña que actitudes
debemos guardar:

  • Estimar al otro como superior a uno mismo
    (Filipenses 2:3-4). Si guardamos esto no habrá
    problema en quien manda o quien dirige.

  • Romanos 12:9-18 señala varios principios
    entre los cuales está el amor sincero, la honra y
    respeto que nos debemos y el hacer el bien sin importar lo
    que se nos hizo. Guardando esto evitaremos un sin
    número de problemas.

El acuerdo a la manera de Dios

Mateo 18, nos habla como lograr un acuerdo: orando
juntos delante de Dios, buscando su voluntad. (Mateo 18:19-20).
Un acuerdo es encontrar la voluntad de Dios para
ambos.

No hay acuerdo si no hay arrepentimiento y
perdón. El apóstol Pablo dijo que era necesario que
hubieran disensiones para ver quien salía aprobado, al
ejercer al arrepentimiento y el perdón. No hay
cristianismo si no hay perdón, pero éste no se da
si no hay errores.

Para que haya acuerdo debemos humillamos y volvernos
como niños. El orgullo endurece nuestro corazón
para buscar la voluntad de Dios. La unidad de la pareja se
refleja en el grupo y en la red. Dios bendice donde hay
acuerdos.

Formas equivocadas de un acuerdo

  • Evitar el conflicto huyéndole a éste.
    No hablo de los problemas porque creo que se harán
    mayores y prefiero evitarlos.

  • Hacer concesiones mutuas: "Ni tu, ni yo". Esto no es
    llegar a un acuerdo, pues aunque deciden sobre algo no
    están en el mismo ánimo ni son de un
    sólo corazón. Aparento el acuerdo y mantengo mi
    postura, pero negocio con el otro para hacer mi
    voluntad.

  • La ley del más fuerte, quien se impone sobre
    el otro.

  • Usar la manipulación, otorgando beneficios al
    otro a cambio de hacer lo que yo quiero que se
    haga.

  • Lógica contra la emoción. Se impone la
    voluntad de aquel que presente los argumentos más
    lógicos. Si bien es cierto que la madurez se refleja
    en la sensatez, no es correcto imponer la voluntad propia
    porque tengo puntos más intelectuales u objetivos que
    otro.

Los "mitos" sobre trabajar con una
pareja

No hay "pareja perfecta"; la unidad y comprensión
son reflejo de sanas actitudes hacia la otra persona.

  • La unidad y amistad es necesariamente el ensamble de
    dos personalidades que encajen. Dios puede moldear el
    temperamento de cualquiera y debemos tener un buen
    corazón para comprender y relacionarnos con
    otro.

  • ¿Quién de los dos decide? Esta es una
    pregunta que usualmente cruza por la mente. La actitud
    correcta es estimar al otro como superior y ejercer con
    responsabilidad mi trabajo. Cuando estamos preocupados por
    quién manda, probablemente tenemos orgullo o deseos de
    ser el mayor. Recordemos: "quien quiera hacerse el mayor,
    será vuestro servidor"

  • Relacionarnos con otra persona hace que salga a luz
    lo mejor y lo peor de uno. Por lo que debemos saber dar el
    enfoque correcto a esto: Dios está permitiendo que
    seamos formados a través de otro (Proverbios
    27:17)

El ejemplo de Jesús y el Espíritu
Santo

  • El Espíritu anunció varias veces la
    venida del Mesías a través de profetas, y
    cuando Jesús vino habló sobre el derramamiento
    del Espíritu Santo.

  • Jesús esperó a que el Espíritu
    lo llenara para iniciar su ministerio, y éste lo
    ungió para realizar milagros, maravillas y
    señales.

  • Jesús vino al mundo al ser engendrado por el
    poder del Espíritu, pero dijo que convenía que
    Él se fuera para que viniera el Espíritu
    Santo.

  • Jesús es quien derrama al Espíritu
    Santo y éste lleva al hombre a exaltar a
    Cristo.

  • El Espíritu guía al pecador a recibir
    a Jesús y una vez se convierte, Jesús lo
    bautiza con el Espíritu Santo.

  • Ambos hablaban lo que oyen decir al
    Padre.

  • Ambos interceden por nosotros delante de
    Dios

  • Ambos son llamados nuestros consoladores.

  • Ambos habitan en nuestro corazón.

El poder de las
ofrendas

En Mateo 6:2-4 dice: "Cuando, pues, des limosnas, no
hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y las calles, para ser
alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su
recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu
izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará
en público".

¿Ayunar y orar tiene sus recompensas? Sí.
Dar también. Ahora bien, ¿hay algo de malo en
esperar recompensas? No, Jesús mismo enseña que
debemos esperar la recompensa que el Padre tiene para nosotros.
¿Alguna vez has orado o ayunado sin ningún motivo?
¿Has dado sin ningún motivo? El Padre conoce las
veces que has dado, sembrado o diezmado con fe, el ingrediente
indispensable para que él derrame bendiciones
sobreabundantes por lo que tú le das.

Debes tener presente que la prueba no es cuando das,
sino cuando recibes la cosecha, es decir tu recompensa. Porque
cuando te desprendiste te quedaste sin nada, diste lo que
tenías y cuando Él decide recompensarte con una
medida buena, apretada, remecida, rebosando y te da más de
la medida con la que tú mediste, la prueba es
mayor.

Aprende que toda siembra trae una cosecha y la
negligencia la puede echar a perder.

El Salmo 20:1-4 dice: "Jehová te oiga en el
día de conflicto, el nombre del Dios de Jacob te defienda.
Te envié ayuda desde el santuario, y desde Sion te
sostenga. Haga memoria de todas tus ofrendas, y acepte tu
holocausto. Te dé conforme al deseo de tu corazón,
y cumpla todo tu consejo."

C u a n d o eres un ofrendador y estás clamando
por ayuda, necesitas y quieres que Dios sostenga, tienes que
estar confiado y quitarte los prejuicios de la cabeza decirle:
¡Señor, has memoria de mis ofrendas,
acéptalas y dame conforme al deseo de mi corazón!
Dios no dudará en decirte: ¡claro que
sí!

En Hechos 10:1 dice: "Había en Cesárea un
hombre llamado Cornelio, centurión de la
compañía llamada la Italiana, piadoso y temeroso de
Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al
pueblo, y oraba a Dios siempre. Este vio claramente en una
visión, cómo a la hora novena del día, un
ángel de Dios entraba donde él estaba y le
decía: Cornelio. Él, mirándole fijamente y
atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le
dijo: Tus oraciones y Tus limosnas han subido para memoria
delante de Dios".

La Biblia nos comprueba cómo las ofrendas se
quedan aquí para administrar el reino y suben al cielo
para estar delante de Dios.

El verso 5, dice: "Envía, pues, ahora hombres a
Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre
Pedro".

Dios empezó a tratar con Pedro para que fuera a
la casa de Cornelio y no se negara a ir con los hombres, les
predicara la Palabra; antes de que terminara el sermón
cayó el Espíritu Santo y bautizó a los
gentiles. Todo por un hombre que daba y oraba; y a quien el
ángel se le apareció y le dijo: "Tus oraciones y
tus dádivas están delante de Dios para memoria".
Nuestras dádivas hacen que se nos recuerde en el
cielo.

En Marcos 14:3 dice: "Pero estando él en Betania,
en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una
mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho
precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó
sobre la cabeza".

Las ofrendas en ocasiones provocan que alguien
más se enoje, pues lo que para unos es una buena obra,
para otros es un desperdicio, depende de quien la mire. Si
tú ofrenda la sometes o la pones a discusión con
los demás, puede que la califiquen como un desperdicio o
te desanimen para no darla, sin embargo si le consultas a
Jesús él te dirá que su Padre tiene una
recompensa para ella.

Verso 7: "Siempre tendréis a los pobres con
vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien,
pero a mí no siempre me tendréis. Ésta ha
hecho lo que podía, porque se ha anticipado a ungir mi
cuerpo para la sepultura. De cierto os digo que donde quiera que
se predique este evangelio, en todo el mundo, también se
contará lo que ésta ha hecho, para memoria de
ella."

Con esto Jesús está diciendo que todos los
predicadores, sin excepción, tenemos la obligación
de enseñarle a la gente lo que la mujer hizo: despojarse
de algo con un precio muy alto para entregárselo a su
Señor, lo mejor que ella tenía se lo entregó
a Jesús.

Dios sabe las veces que has dejado de dar, de diezmar y
de sembrar, sin embargo tiene más memoria de las veces que
siembras y que entregas lo mejor que tú tienes con la
convicción que él se encargará que recibas
tu fruto.

Los Cuatro
enemigos

Introducción

En nuestra relación con el Señor hay
varios enemigos que se interponen entre Dios y nosotros. Ahora
identificaremos cuatro enemigos y veremos la solución que
nos da la Biblia para vencerlos.

1er. Enemigo: satanás

Efesios 6:11-12 dice: "Vestíos de toda la
armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y
carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes".

El enemigo más común para las personas,
crean o no en Jesús, es satanás y los demonios, por
lo que debemos aprender a luchar contra él. Aunque es el
principal enemigo, tampoco debemos caer en pensar que es el que
tienen la culpa de todo.

Debemos creer que todos los demonios se sujetan en
nombre de Jesús. Jesús dijo que todo lo que atamos
en la tierra es atado en los cielos. Si atamos al hombre fuerte
podemos saquear su casa.

"He aquí os doy potestad de
hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo,
y nada os dañará." (Lucas 10:19)

Mientras mantengamos la confianza de que en el nombre de
Jesús todo demonio se sujeta, el diablo no nos puede
dañar. Por los frutos se conoce a las personas, pero
también por su autoridad. Una de las maneras de saber que
nuestro nombre está escrito en los cielos es cuando los
demonios se nos sujetan. Jesús delegó la autoridad
para echar fuera demonios a sus doce: "Entonces llamando a sus
doce discípulos, les dio autoridad sobre los
espíritus inmundos para que los echasen fuera, y para
sanar toda enfermedad y toda dolencia" (Mateo 10:1).

En el pasaje donde Pedro le habla a Jesús y
éste le reprende, era Satanás el que impulsaba a
Pedro a darle ciertas ideas, Jesús le dijo
"apártate de mí, Satanás" Satanás
usó a una mujer para hacer caer al primer hombre
Adán. Usó a Pedro para intentar hacer caer al
último Adán. Pedro es figura de la iglesia, la
esposa. Pero el último Adán no cayó. Si
Pedro hubiera tenido el discernimiento correcto no hubiera
llegado al momento de que Jesús le dijo "apártate
de mí", sino él se lo hubiera dicho y
Satanás se hubiera ido. El diablo hace caso al nombre de
nuestro Señor Jesucristo.

2do Enemigo: la carne

Cuando el diablo va a tentar a alguien, lo tienta en
cuestiones de su propia carne. Gálatas 5:16-17 dice:
"Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis
los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el
Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y
éstos se oponen entre sí, para que no hagáis
lo que quisiereis".

Este pasaje no dice "no tengáis deseos carnales",
pues esto es imposible; lo que nos corresponde es no satisfacer
los deseos carnales. No es más santo el que menos deseos
de la carne tenga, sino el que menos los satisfaga. Cuando no lo
hacemos, crecemos en dominio propio. Cuando satisfacemos los
deseos de la carne, nos volvemos contra el Espíritu;
entonces ya no sólo es nuestra enemiga, sino del
Espíritu también.

Siempre vivimos haciendo lo que no queremos, pues al
agradar al Espíritu, la carne se queda inconforme; cuando
agrado a mi carne, el Espíritu se queda inconforme. Si
damos fruto del Espíritu, se hace morir la obra de la
carne.

Romanos 8:5-9 dice: "Porque los que son de la carne
piensan en las cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el
ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del
Espíritu es vida y paz.

Por cuanto los designios de la carne son enemistad
contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco
pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a
Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino
según el

Espíritu, si es que el Espíritu de Dios
mora en vosotros."

Este pasaje no está hablando de conversos e
inconversos, sino a hijos que son carnales. La carne no se
sujeta; no puede. A la carne no se le puede reprender ni echar
fuera, pues no es demonio. A la carne se le sujeta, y esto se
logra haciendo morir las obras de la carne todos los días
a través de satisfacer los deseos del
Espíritu.

3er. Enemigo: el mundo

  • "No améis al mundo, ni las cosas que
    están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del
    Padre no está en él. Porque todo lo que hay en
    el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y
    la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del
    mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la
    voluntad de Dios permanece para siempre". (1 Juan
    2:15-17)

  • Aunque estamos en el mundo no pertenecemos al mundo.
    No sigamos, pues, la corriente de éste mundo. No
    debemos amarle ni dejarnos seducir por el, pues es pasajero.
    Pero los que creen en su palabra y hacen su voluntad, la cual
    no pasa, permanecen para siempre junto con ella.

  • Jesús rogó no porque fuéramos
    quitados del mundo, sino porque fuéramos guardados del
    mal. (Juan 17:15). Cuando nacemos de Dios y le creemos,
    vencemos al mundo: "Porque todo lo que es nacido de Dios
    vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al
    mundo, nuestra fe" (1 Juan 5:4).

  • 1 Juan 4:4-6 "Hijitos, vosotros sois de Dios, y los
    habéis vencido; porque mayor es el que está en
    vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del
    mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. Nosotros
    somos de Dios…"

4to. Enemigo: uno mismo

  • Pablo le dijo al joven Timoteo: "Ten cuidado de ti
    mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto,
    te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren" (1
    Timoteo 4:16).

  • El "Yo" es un enemigo de uno mismo. La Biblia
    dice que el corazón es engañoso y perverso,
    ¿quién lo entenderá? Por eso debemos
    auto disciplinarnos y ejercer dominio propio. Mucha gente
    juega su propio juego, le echa la culpa a todo, y se
    engañan a ellos mismos. La Biblia habla que nos
    podemos engañar a nosotros mismos (Jeremías
    37:9, Gálatas 6:7); por esto, debemos tener
    cuidado.

  • Si ya te conoces a ti mismo, entonces cuídate
    de tí. De ti mismo nadie te puede cuidarte más
    que tú.

Conclusión

A Satanás se le vence con fe en el nombre de
nuestro Señor Jesús; las obras de la carne
desaparecen al no satisfacerlas y obedecer al Espíritu; el
mundo es vencido a través de nuestra fe, y a nosotros
mismos, cuidándonos para no ser engañados por
nosotros mismos.

Adaptado por

Joel Ching Meletz

Autor

Nabel Rodriguez

Partes: 1, 2
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